
Quién no recuerda frases como ¨te espero en el rin¨ o ¨te llamo en el rin¨. Y es que hasta en los vueltos te lo daban como si fuera una moneda.
Esta moneda tuvo una acogida increíble porque te trasmitía dos sensaciones. Uno al verla imaginabas la cabina naranja para hablar y la otra, eran las ganas de escuchar a esa persona.
Ahora en la actualidad los celulares abundan y ese ¨feelin´ ¨ que nos trasmitía el rin de caminar e ir al punto donde se encontraba la cabina para conversar, han muerto.
(...)
inolvidable aquellos tiempos con 50 centavos::y hablabas lo que querias
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